En este sentido, el counselling es una buena herramienta relacional, ya que es un proceso interactivo en el que se ayuda a la persona a tomar las decisiones que considera más adecuadas en función de sus valores e intereses, respetando siempre el principio de autonomía. Sus componentes son los siguientes: conocimientos técnicos, actitudes y habilidades y estrategias relacionales (Arranz, Barbero, Barreto y Bayés, 2003).