La experiencia del miedo es común y universal (Marks, 1987, citado en Fernández-Arias, 2019) y se expresa en todos los niveles de respuesta (cognitivo, motor y fisiológico).
El miedo es adaptativo cuando se activa de manera compensada y específica, va seguido de un afrontamiento adecuado y no interfiere en la vida de las personas. Hablamos de fobia cuando la experiencia de miedo o ansiedad es desproporcionada (independientemente del nivel de respuesta), no puede ser explicada o razonada por el individuo, persiste a lo largo del tiempo y es desadaptativa (Fernández-Arias, 2019).
Los principales miedos y fobias en los pacientes oncológicos son los siguientes: