En el contexto de la Psicooncología una comunicación excelente resulta casi una condición sine qua non, puesto que ayuda a darse cuenta y a controlar el distrés emocional o sufrimiento, facilita la creación de un buen rapport, permite ser responsivo y no reactivo, previene el burnout y ayuda al manejo de situaciones difíciles. Además, valida y respeta la autonomía y la capacidad de tomar decisiones de los pacientes, los empodera.